A veces aprender a cómo limpiar el suelo de cerámica exterior puede convertirse en un desafío ¿no? Después de todo, aunque este es un material de fácil mantenimiento, en el exterior suele estar expuesto a muchas fuentes de suciedad. Incluyendo polvo, hojas de los árboles, excremento de animales, manchas de pintura, manchas de humedad y mucho más.

Lo peor de todo es que este suelo de cerámica suele tener superficies porosas, rústicas o antideslizantes. Las cuales son muy útiles si están cerca de una piscina o simplemente para poder caminar en días lluviosos. No obstante son también un dolor de cabeza a la hora de limpiarlo, ya que permiten que la suciedad se adhiera más fácilmente.

Métodos para limpiar el suelo

Elimina la suciedad más superficial

Este será el primer paso. Por lo general las superficies exteriores tienden a llenarse fácilmente de polvo, barro, hojas secas, pequeñas ramas y muchos otros residuos. Así que, el primer paso para limpiar gres en estas condiciones es remover esa suciedad con una escoba de cerdas firmes.

Usar una hidrolavadora

La hidrolavadora es una de nuestras herramientas favoritas a la hora de aprender cómo limpiar el suelo de cerámica exterior.  Después de todo, la limpieza con agua a presión suele ser suficiente para remover prácticamente toda la suciedad que se suele acumular y así dejar el piso completamente impecable.

Fregar con detergente neutro

Si no tienes acceso a una hidrolavadora, siempre puedes emplear el método más tradicional que implica limpiar cerámica con detergente. Así que, prepara en un cubo con agua caliente una solución jabonosa a base de detergente neutro (asegúrate de que quede muy espumosa). Esta solución deberás verterla directamente sobre el suelo para que quede muy húmedo y luego solo lo dejarás reposar unos 15 minutos (no dejes que se seque).

Cuando haya pasado ese tiempo, la suciedad debería haberse despegado y podrás fregar con una mopa. Aunque si se trata de limpiar un piso de cerámica muy sucio, lo mejor sería fregar primero directamente con un cepillo. Para luego enjuagar con la manguera asegurándose de no dejar ningún residuo de jabón que pueda manchar el piso.

Aplicar bicarbonato de sodio en manchas difíciles

Si te encuentras con manchas complicadas en la cerámica, sobre todo las de grasa (aceite de motor por ejemplo) entonces deberías aplicar sobre ellas una pasta hecha a base de bicarbonato de sodio y un poco de agua (o jugo de limón si quieres mejorar su efecto). Luego de que la dejes actuar por unas 6 horas aproximadamente deberías frotar con un cepillo, para posteriormente enjuagar con la manguera.

Estos han sido todos nuestros consejos sobre cómo limpiar el suelo de cerámica exterior. En Celestino Viejo somos expertos en pavimentos exteriores, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y te asesoraremos encantados.